viernes, 8 de mayo de 2009

CRONICAS DE LA GIRA IV

CRONICAS DE LA GIRA

“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. CUARTA

Republica de Bolivia-Ciudad de la Paz y Ciudad del Alto

CRÓNICAS DE LA GIRA IV
Ciudad del Alto, Bolivia

Aquí estamos pues, nuevamente en la tarea de preparar estos relatos que nos sirvan de memoria de tantitas cosas vividas y permitan compartirlas con tanta gente linda que nos sigue los pasos.


Cuando nos aventuramos a esta travesía soñábamos con tener en Bolivia un tiempo de residencia en alguno de sus lugares que nos permitiera conocer desde lo cotidiano a la cultura del altiplano; Y recuerdo que pensábamos en la Ciudad del Alto como un lugar ideal por su tradición de luchas y fuerte identidad aymara. Y acá estamos amigos. El sueño concretado. Y la profunda gratitud a una familia que nos abrazó como a propios integrantes. Las emociones haciéndose nudo en la garganta de recordar momentos compartidos, gestos, charlas… no son los paisajes, ni las “rarezas” de un “otro cultural” lo que hacen mágico este viaje (de por si interesantes), sino justamente aquellas cositas que se van viviendo día a día cobijaditos al calor de verdaderos hermanos que vuelven a hacerte enamorar de nuestra Patria Grande.

Al llegar a la ciudad del Alto nos sorprendió el tráfico y las maniobras de los “minibuses” (utilizados para el transporte público) que parecían apiñarse y por momentos atorarse en la zona conocida como “la Ceja”. Son los momentos donde hay que sacar de la galera el séptimo sentido que nos ayude a desplazarnos como uno más y, siguiendo la corriente, llegar a buen puerto. Encontramos un tranquilo lugar para esperar a nuestra amiga (hasta ese momento sólo conocida telefónicamente). Un par de horas de esperar hasta juntarnos con la Giovana, nuestro ángel guardián de ahí en adelante…

Giovana es un ser único. Especial y maravilloso. Es de aquellas personitas que embellecen y dignifican la vida. De aquellas que ante cualquiera quedan en una estatura difícil de alcanzar. Tres cualidades que capaz lo expliquen: mujer, aymará y titiritera.


Así fue el recibimiento en el Alto. Cediéndonos camas, ofreciéndonos comida, calidez, cariño. Nunca será suficiente nuestra gratitud a la familia Chambi; compuesta, además de Giovana, por Papá y Mamá, Rubén (el chino), Roger, la Georgina, el Jaime, y el nanito (hay además quienes ya no vivien en la casa como el marquitos, el Nelson y están además los y las esposas de algunos de ellos). Con toditos compartimos anécdotas, comidas, charlas, pequeñas complicidades cotidianas.


Hemos aprendido desde historia (familiar, regional y hasta nacional), cultura, cosmovisión. A través de ellos hemos admirado a un pueblo entero y sus tradiciones. Han sido los guías para apreciar mejor el sentido comunitario y popular de las “morenadas” (un despliegue de danzas, ritmos y color) y sus personajes como los achachi, las chinas… u otras expresiones como los bailes de los Auqui Auqui, o los waca waca.

Hemos degustado de platos típicos. Mucho maní, preparado de innumerables maneras, yuca, chuño (inolvidable chuño), pescados…

Sobre los lugares: Villa Adela se convirtió en nuestro lugar de residencia durante nuestra estadía en el Alto. Un tranquilo barrio en donde sobresalen las construcciones típicas del alto: ladrillo y en algunos casos adobe. Ubicado a unos 20 minutos de la Ceja, digamos la zona céntrica de la ciudad. Desde allí se baja a la ciudad de La Paz, vía una autopista desde la cual se puede apreciar un paisaje inigualable de la metrópolis construida en gran parte sobre las laderas de los cerros, y más allá, el nevado del Illimani

Increíble, las palabras se hacen muy pequeñitas ante tan maravillosas personas, no tenemos la sensación de estar en un lugar exótico, ni raro, ni nada de eso, es una sensación muy extraña, pero maravillosa es como haber encontrado una parte de nosotros en cada personaje que se asoma por estas calles.

Una energía muy especial, muy nuestra muy latinoamericana, colmada de simplezas que construyen una gran cotidianidad inmersa en un mar de significados puros y llenos de cultura.



¿Queres que compare mi vivencia allí, en argentina, con el aquí?

Es complicado, pero esta parte de Bolivia, tiene un encantamiento que nos hace pensar muchas cosas. Allí en Argentina, las normas, los códigos, las estructuras en cierta forma han triunfado, y por un lado la vida tal vez esta mas “ordenada”, pero carece de muchas cosas, como las que aquí existen.

La libertad, el encuentro con el otro, el mirar a los ojos del que siembra, cosecha y va hasta la vereda, tira en su aguayo multicolor, el fruto de su trabajo, lo cuida, y lo vende. Y desde allí uno valora mucho mas el fruto de la pacha mama, como así también el esfuerzo humano del que planto la semilla y cosecho su fruto.

En el aire se respira, la esperanza que muchas veces por allí nos hace falta. Aquí todo es posible, porque la gente lo hace así.



No espera recetas mágicas de gobernantes de turno, la pelea, la lucha, la resiste día a día. Desde la madrugada hasta pasada la noche, se trabaja constantemente, pero feliz, alegre, orgullosamente, y en ese encuentro con el otro enmarcado en un respeto de diversidad esta la magia que hace que uno se enamore de cada instante.

Algo muy especial, que les parecerá muy simple, pero sucede aquí es el encuentro entre las señoras en su mayoría ofrecen su mercadería con el que compra. Es el calido contacto que cariñosamente se llaman ambos “Caserita/o”. Particularmente en un principio no entendía esa relación, pero ahora después de un tiempo puedo decir que voy comprendiendo.



:- ¡Buenos días caserita! ¿A cuanto las habitas?

:-¡Buen día caserito! Están a un bolivianazo, caserito, fresquitas. Cómpreme…

Simple, jamás pase por ese lugar, pero ese simple dialogo de afecto y respeto, sin saber nada del uno del otro nace en esa transacción. Increíble no?

Mas aya de los roles, del que compra con el que vende, mas allá del trueque esta en lo simple de la esencia de la comunicación. Aquí en Bolivia no busquemos porque no hay esos grandes supermercados, donde hay todo, menos comunicación humana y desde allí el fruto del trabajo humano se transforma en una simple mercadería.



Aquí no sucede eso, el contacto con el otro, es lo esencial, lo importante, lo que no te deja ver esa mercadería transformada en cosa, ves la zanahoria, el tomate las frutas, las papas, con tierra y en las manos del que te la entrega esta la misma tierra, regada con su propio sudor.

No se por donde seguir nuestro relato, ya que son infinitas las experiencias que aquí estamos viviendo así que bueno me pondré a relatarte un viaje desde Villa Adela hasta la Ciudad de la Paz:



Ocho de la mañana, ya es muy tarde para la bella familia Chambi, ya que ellos se levantan a las dos de la mañana para elaborar sus delicioso y sabrosos churros. Amasada, fritada, contada y venta.



Doña mama, la emprendedora. En sus manos, en sus ojos y en su fuerza esta la vitalidad de la familia, con sus churros a cuesta ya ha emprendido su camino hacía las caseritas para su venta, gracias al trabajo colectivo y familiar un día mas de abastecimientos de churros en la ciudad del Alto ha pasado.

Y nosotros recién levantándonos…

Los mister, como nos apodado el caserito de la esquina, con las lagañitas en los ojos, acariciando a la antorcha que congelada esta, nos disponemos lentamente abrir el grifo que esta como si lo hubieran soldado por la noche.

El frío baja desde las montañas, invadiendo todo desde el atardecer. Su sombra lo acapara todo y los huesos rechinan, la noche no solo es sinónimo de oscuridad sino que a esto se le suma el rechinar de los dientes por el frío que azota cariñosamente toda superficie de esta tierra.

Por la mañana es como si fuera un resucitar de la vida, y la luz del astro sol se ve acompañada con una calidez suave de un alejamiento leve de ese frío que estremece las entrañas.

Y el agua se desliza lentamente, la sensación de espasmo nos invade desde lo mas profundo de nuestro ser, el frío se hace mas frío.

Y de repente…
En un instante…
En un segundo…
Y de sorpresa…

La vos de la Georgina, nos inunda de calor humano y afecto, el desayuno esta sobre la mesa.

Como si fuéramos al polo, norte o sur, da lo mismo, mucho frescor, que sube por los pies, deslizándose seductoramente entra acariciando todo el cuerpo, para dejarte boquiabierto inundado todo de mocos y estornudos.

Pero ante tanta insistencia melifica del tiempo, uno tiene sus armas. Calzoncillos largos, camiseta, medias de lana, pulóver uno, pulóver dos, campera, bufanda, y claro que no nos podemos olvidar del gorro.

Aunque no lo crean, aunque les parezca mentira, aunque digan esto están fumados, necesitamos gorro para el sol, es fuerte, fuerte, fuerte. Te achicharra las neuronas y tras tener pocas, hay que cuidarlas.

Así salimos a la calle.

Se abre la puerta, y allí otro mundo, no hay duendes, ni hadas, ni elfos. Sino mejor, cholas, cholitos, Wawas, mucha gente, curtida del clima. Pieles ásperas, oscuras, marrones, negras, blancas. Manos arrugadas, manos tiernas, manos fuertes. Rostros ancestrales, hermosamente bellos. Ojos oscuros, ojos frescos, ojos con mucha inmensidad.

Miradas, y miradas.
Y allí ves, y lees sus pensamientos.
¿Qué hacen estos gringos aquí?

Llegamos a la esquina, y allí vienen, y allí van, y allí están, y…
Cuidado…

A mucha velocidad, a todo lo que dan, allí vienen, y allí van, y allí están y…
Cuidado…

Un murmullo las acompañan, que se hace cada vez más fuerte, cada vez mas cerca se escucha. Un rostro que se asoma, una sombra se vislumbra en la lejanía.

“Ceja” Ceja”; “Ceja”, camino Viacha, Ceja, directo…

Otro, “La perez”, Autopista, “La perez”
Armendia, Armendia, el Prado.

Umsa, el Prado, estado Mayor…



El murmullo se transforma en bullicio, el bullicio en griterío, y la sombras se transforman en gentes, que se ve desde la ventanilla de una combi.

Los aguayos, los sombreros de las cholas, los bultos, y las Wawas en las espaldas de las señoras de polleras, hacen del vehículo una gran escenografia fantástica, colorida he inigualable.

Y allí vienen, y allí van, y allí están, y…
Cuidado…

Un boliviano…

Y te subís
O
Te suben.

Que es lo mismo.
Sentarte, seguro no te paran si no tienen asiento, vas aplastado pero muy bien sentado, el ¡Buen dia! Esta a la orden del dia, sino mas que irrespetuoso sos.

Panorama indescriptible, un aluvion de personas en la calle, van, vienen, todos unos por alli, por alla, el peinado, el despeinado, el que sigue borracho, el que esta con resaca, el que vende, el que compra.

Pero ninguno con cara de traste, o como aquí se dice con cara de pompis. Todos a trabajar, hacer tramites, a visitar parientes, todos alli en un pequeño lugar sin oxigeno.

:-¡En la esquina me bajo!
:-¡En la esquina, dice que se va a bajar!

Huy, que quilombo…
La movilidad se para en cualquier lado, donde haya un lugarcito, auque este sea el medio de la calle, si el pasajero que se baja esta en el fondo, toditos nomas se tienen que bajar para darle lugar al que dijo :-¡En la esquina me bajo!

Nadie, putea, las cosas están muy bien entendidas, y allí bajo, el señoriíto que había abierto la boca, a tranco ligero y a cara dormida.

Todos, a dentro de nuevo, y en sus respectivos lugares.
“Ceja” Ceja”; “Ceja”, camino Viacha, Ceja, directo… Un joven por la ventana va diciendo a los transeúntes de las veredas.

Un boliviano.
Y de repente, la movilidad, esta llena, completa, ya no cabe ni una aguja, ni menos una chola.

Y se escucha: ¡Vayan alistando sus pasajes!

Comienza con los de adelante, todas sus moneditas a pagar, despacio de adelante para atrás, cada uno paga su pasaje, y el combi va levantando velocidad.

Como si fuera avión, pone sus turbinas y agarrate catalina, que hasta la luna no para. Un cambio para arriba, otro para abajo, y le salen las alas. Sus espejos con escrituras que parecen japonesas, invocan a la fuerza universal, el motor se asoma dando alaridos de estruendosos relámpagos y allí volamos…

A una ciudad inigualable, acariciada por su Illimani, la nieve se hace más blanca, y las nubes espumosas bajan tranquilamente a bailar una morenaza en la calle principal.

No hay lugar para más casas, todo la ladera de la montaña esta llena, de ventanas, puertas y paredes de ladrillo, en algunos casos adobe.

Y allí bajamos y no al infierno, sino a una ciudad que enamora, allí estamos y allí vemos, y allí nuestro corazón late mas fuerte al compás de la inmensidad de una cosmovisión única.

Es difícil, describir cual es la sensación de ver por primera vez a la ciudad de la Paz, las palabras se van con las nubes quien sabe a que lugar, pero allí esta a mas de 3600 metros de altura.

Todos juntos en esa movilidad, yendo a un mismo destino, distintos pero iguales, semejantes pero diferentes, volando mágicamente hacia un lugar encantado por la naturaleza propia de la gente.

Y de repente…
En un latido…
El mercado…
Y los olores a frutas, verduras y carnes.
Llegamos, para luego volver a subir.

Ahora ya estamos en la Ciudad de Lima Peru, pero eso no quiere decir que no vendrán crónicas de Bolivia, ya que allí nos han pasado bellas y sensibles he interminables experiencias que nos han colmado nuestros pequeños corazones.



Achacachi, pueblo de los ponchos rojos, subversivos, gente extremista de poca parla y mucha acción, lo que se llamaría en la jerga izquierdosa “Revolucionarios” gente de pocas pulgas, allí estuvimos los zondas. Achocalla la vencida, allí se nos quedo la antorcha, en un camino de mucha pendiente pero nos dimos el gusto de volver subir, y bajar, hasta de hacer una hermosa función en un centro educativo.

Bueno…

Esto es de otra crónica, la que viene después sumada al adentramiento en el Peru, Continuara…


Un abrazo y sonrisas multicolores.

Nicolas y Sebastian

miércoles, 8 de abril de 2009

CRONICA DE LA GIRA Nº III





CRONICAS DE LA GIRA

“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. TERCERO

Republica de Bolivia-Tarija-Camargo-Potosi-Cochabamba

Estas crónicas se escriben en una noche en la ciudad del Alto.

Acá entonces, retomando con la tarea de mi compañero, relator de estas crónicas hasta el momento.

Sobre Tarija, nomás recordar nuestra entrada en el llamado día de comadres. Desfile de cholitas, plaza colmada y, música.

Nuestro viaje continuó, en una mañana, por lo que lleva el nombre de cuesta de Sama. Para quienes no la conocen, una cuesta que pareciera interminablemente larga y que no acabaras nunca de subir. Alta ella. Tuvimos la sensación de que fue la prueba más difícil que soportara la antorcha. El paisaje: inolvidable. Nos sentimos muy orgullosos de que la antorcha nos estuviera conduciendo por esas alturas. Hasta un cóndor pudimos visualizar de cerca.


Una anécdota de aquel momento fue encontrar a una anciana en aquellas terribles alturas, caminando a penas. Cholita. Cansada. Increíble encontrar a un ser humano caminando por allá. Pues esta anciana lo hacía, dirigiéndose a la casa de su única hija. Tuvimos el placer de poder acercarla, kilómetros mas arriba.

Luego la bajada, dispersos poblados, hasta llegar, luego de colorados paisajes, al poblado de Camargo, donde hicimos noche y descansamos hasta donde nos permitió la fiesta que esa noche se realizaba en la posada.

Nuevamente camino jodido nos tocó al retomar la ruta. Ripio, tierra, y esta vez, no la altura, sino la incomodidad del terreno y el polvillo invadiendo nuestra cabina. Pfffff… la sensación de estar perdidos en la nada, jajajja. Y hasta que por fin, encontrar la intersección de la ruta que proviniendo de Villazón, conduce a Potosí, nuestro destino. Altura, recalentamiento del agua del radiador y finalmente... vitalizamos el cerro rico de Potosí. Majestuoso. Entrar por las angostas calles de la ciudad. Carnaval. Frío. Y alojamiento por fin.


Ya Potosí, la primera semana significo esperar que terminaran los festejos del carnaval para poder conseguir que alguien nos recibiera con nuestra propuesta titiritera. Y en la segunda, ahí si, pudimos conseguir funciones: jardin de infantes y prefectura de Potosí.

La antorcha sufrió una suerte de resfrío y al parecer se congeló, por lo que parte de nuestras preocupaciones se enfocaron en procurarle un mecánico, que al fin y al cabo no recetó mas que un empujoncito por las empinadas calles de Potosí. Arrancó la valiente.

Una de las perlas de nuestra estadía fue el encuentro con viajeros y viajeras, intrépidos, arriesgados. Esa confirmación de locos habemos varios por el mundo. Bello eso.

Desde Potosí nos dirigimos a la ciudad de Oruro, donde pasamos un par de días, para reponernos del viaje. Para sorpresa nuestra, se festejaba el aniversario de la fraternidad de La Diablada, y es así que pudimos deleitarnos con una muestra nocturna de la tradicional danza. Diablos, diablezas… chinas diablas, osos.

Y desde Oruro, directito a Cochabamba, donde nos espera nuestro a migo y colega, el Grober. Nuevamente alturas que trepar con nuestro vehículo, luego tierras mas llanas hasta llegar a esas cálidas tierras.


Conocimos allí a esta hermosa familia titiritera. Compartir charlas, sabores y el gusto por el teatro de títeres. Una bella estadía de dos semanas nos retuvo entre ellos y nos permitió sentirnos como en familia en Bolivia. Sentimiento que no nos abandonaría ya más. Y es que cuando vienes viajando de lejos, el sentir la calidez humana de una familia que te brinda lo mas bello que tiene, sus afectos, puede ser lo mas importante que te suceda. Infinito será nuestro sentimiento de gratitud a todos ellos.

Nuestras presentaciones en Cochabamba: Gracias a los títeres El Waki, en la salita del parque vial y el plaza central de la ciudad.

Perlitas: inolvidable la noche de fiesta con la familia e invitados. Según el Grober, no se repiten sino cada cinco años!!!. También para el anecdotario será aquel momento cuando en el momento de realizar nuestro trabajo con Elsa Y Kassandra (nuestras seductoras marionetas bailarinas) empezamos a recibir los insultos del pastor de turno que daba sermones en la plaza: “no vayan donde están esas marionetas del demonio” “el arte no salvara a nadie”… y más. En aquel momento fue con Grober y Sebastián, un tanto ofuscados, se dirigieron donde el pastor a contestar con vehemencia (putiar) al buen pastor insultador de artistas… jajaja, para el recuerdo, si, para el recuerdo aquello.

Gracias títeres el Waqui

Nuestro camino seguír rumbo a la ciudad de La Paz, donde otra amiga y colega nos aguardaba. Y hasta el próximo relato entonces.



Nicolas
Sebastian

miércoles, 25 de febrero de 2009

CRONICAS DE LA GIRA




CRONICAS DE LA GIRA

“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. SEGUNDA

La provincia de Salta, Jujuy y el Adentramiento en la Republica de Bolivia.

Aquisito nomás estamos en la ciudad de Potosí, en la Republica de los hermanos Bolivianos recorriendo sus ripiados caminos. Muchas aguas han corrido por sobre las ruedas mágicas de la señora cojonuda que nos traslada a nosotros dos y a los tantitos títeres en esta gira; LA ANTORCHA majestuosa he imponente, haciéndonos acercar a los tantos parajes, pero principalmente a los tantos personajes que nos han dado un poquitico de sus vida para así nosotros poder seguir rodando.

En aquel 18 de Enero en el que realizamos una función de despedida a los amigos y familiares en la Ciudad de la Rioja. Allí todos y todas acariciando los entrañables pisos de la encantada sala de teatro llamada la Kaona de Papel, como dice mi amiga Yuliana.

Muy especial encuentro aquel, con mucha linda gente. Convocada inigualable, por parte de quien? Nosotros un poco, así como con ganas de zarpar en la balsa de los sueños, ansiosos, inquietos, y por que no desesperados por la búsqueda de las huellas de los pueblos. Entonces quien diablillos se encargaría de la difusión, para que la sala se inundara de millones y millones y trillones, y quintillones de gentes?

No se…
La Miriam nos decía, ¡Ustedes están colgados chicos, no se van mas, yo por las dudas no convoco a nadie hasta ultimo momento. Ese San Pedro los ha dejado en los cerros!

Hasta que paso, lo que tenía que pasar, y que mas que los niños se encargaran de la difusión, se subieron toditos nomás, no cabio ni una aguja en la antorcha, adentro pues, no se cuantos eran, pero si se que la camioneta reventaba en un estallido frondoso y palpitante de alaridos:

“Atención familia, chicos y chicas. Hoy función de títeres en la Canoa de Papel, el teatro del barrio, a las 20:30 horas”

¡He se olvidaron algo mijitiquiitos, que nosotros necesitamos el sustento, che!

“Haaaaa, colaboración a la gorrrra” a voluntad.

Y así jue, la Isabela apuntaba y ordenaba la cuestión, te toca a vos, a vos y a mí, el turno del altoparlante. Ángelo, a mi, a mi me toca. “Atención familia, chicos y chicas, hoy función a la gorra, en el teatro del barrio a las 20:30 horas, vengan todos, aquí están los títeres del Zonda

El Agustín, ¡Si teatro de títeres, para toda la familia, chicos y grandes, en la Kanoa de Papepel.

Un quilombo, pero pior que el de los negros esclavos ya que esos estaban mas que organizados, sino que este estaba hecho un revuelo. Yuliana, a mi me toca, a mi me toca, he vos ya hablaste, “Títeres en la Ca------no------a de papel.

Y quien sino un mayor adultero allí poniendo las cartas en el asunto, Doña Elbita, con su vos de florcita de cardon bien espinado.

“Niñitos, pórtense bien, sino el Nicolas los va a bajar de la camioneta”
Chocha la vieja, en el asiento delantero entre las fotos del Che Guevara y la Frida Khalo, mire mijo que lindo esta este hombre, buen mozo, que lastima que la Mirian se haya encontrado con este teatrero, ese el Daniel y no con el…

¡Cuidado, poso!
Para un lado, para el otro, unos desparramados en el piso, otros por el techo haciendo acrobacias, otros estampados en el vidrio, decid que estaban los chicos, que me tomaron de los pies, sino me volaba y el viento me remontaba como un barrilete sin hilo.

Así pues che, se realizo la convocada, gente de todo el mundo asistió, bueno un poco bolacero soy. Gente de toda América Latina Jue. Bue, ta bien.

¿Gente de todo el país?
Ta bien, me doy como dice el chavo, gente de la Rioja, vecinos, vecinitas, del barrio, El Hugo, la Julia, la Maria Julia, el Diego, el otro maravilloso Diego solucionador de asuntos, también estaban, la Su, (Familia del Nico) Bueno el Agu en la primer fila.

Los entrañables hermanos del espíritu, como van a faltar, el Daniel, la Miriam, el Colacho, la Adriana, la Amanda, el Negro Ledesma, aunque no lo podamos creer, se movió de su bello nido y fue hacer el aguante allí. La Analia con su Miguelon, y los tantos amores que uno los lleva en el corazón y tanto nos hacen bien que estén allí.

Así fue, nuestra partida de la Rioja, entre abrazos, y llantos de esperanzas, completos, extasiados, inundados nuestros pechos de los latidos de tanta bella gente. Con mucha energía para poder seguir haciendo lo que nos gusta.

¿Y a donde los llevan los vientos del zonda?

A Salta, al encuentro con la Ventolera, otra loca sana como nosotros, titiritera no podía ser. Tres generaciones de sangre titiriteriles, su aguelo, su pa, y ella.

Una furmila de nacimiento, a su casa a su nido, a su sala de teatro. Como bueno ocupas que somos nos instalamos alli.
Si ustedes no saben los titiriteros somos cambalacheros, cosita que encontramos en la calle, cosita que juntamos, cosita que guardamos. Va en un sentido; cosita que encanutamos, cosita que acumulamos, por si las pulgas, por si necesito ese objeto extraño que algun extraño arrojo a la calle. Imagínense la casa de la Andrea, mas nuestros bártulos?

¿Que da de esta temible ecuación? Despelote, despelote ordenable pero en fin despelote.

Y allí pasamos un ratico, de días conociendo mucha gente linda como el Luis, la Josefina, Mario y tantos mas que se aburrirían de tantos nombres, va porai les vendría bien si están esperando una guaguita y pensando en el agrandamiento de la Flia, si es así avise pues che.

Pero, pero bueno, también conocimos gente fea, mala, maliciosa, corrupta, oscura en su interior, así llena de odio, envidia, posesiva, bien alimentada por el sistema reinante. No todo es bellllo en el reino del Señor.

Todas unas cuestiones que no vienen al paso recordar ya que es perder pólvora en chimango como se dice, pero estos insignificantes no merecen ni una sola palabra para que ustedes leyan ni para que yo les escriba.

Pero que los hay los hay.

Así que solo en Salta pudimos trabajar los fines de semana por estos individuos que apestan. En una feria, los artesanos una masa, la Cristina Sanchez muy copada esa mujer. Y también debutamos con nuestras bailarinas en los bares de la calle Balcarce.

Mientras tanto le rompíamos los ovarios a la Andrea, tratando de trabajar internamente en el grupo para sacar un próximo espectáculo que es el de los Cholos y el Diablo.

Y en paralelo compartir eternas charlas filosóficas titiriteras y del espíritu, del corazón y claro de las huevadas, sino que fuera la vida.

Conocimos a la famosa 142, Elsa, la titiritera, esta lleno de titiriteros salta, que bueno, y asi de andar y andar, tuvimos nuestra función en la sala de la Ventolera, que fue muy gratificante compartir con tan bellas personas, tantas cosas.

Y de tanto estar en Salta, la antorcha se nos enojo, nos dijo:
¡Heeeee! ¿Para cuando? ¿O están de cuento?
Se les van a gastar los rocas y a regresar al hormiguero.

Por suerte con trabajar los fines de semana, quedábamos con el debe y el Haber en equilibrio, sin un peso mas ni uno menos, como contabiliza por aya por los malos aires mi amiga la Mariela y el pelado contador.

Pero la antorcha nos llamaba a partir, en busca de nuevos rumbos…
¡Aya vamos!
Les voy hacer sincero en mis comentarios, me pongo adultero, y les digo desde aquí, la ciudad mas alta del mundo, que bueno, uno esta aprendiendo muy mucho, los procesos en el viaje son constantes, las vidas que uno conoce son muchas. Los encuentro que uno tiene son también muchos.

Por el tema del carnaval no hemos podido hacer función desde Salta, no nos desesperamos porque sabemos que en el caso de que necesitemos millones de dólares y de euros, los tenemos a ustedes.

¿Ho no?
Ja, no se asusten, es un chiste.
Pero si hemos como salido en una mala época como para generar recursos autogestionantes, así que aquí andamos contando los días para que esta bendita pagana fiesta se termine.

¿Y Mientras tanto que?
Disfrutamos de los sabores y aromas de los más ricos vinos y nos prendemos a la diversión de los carnavales norteños.

Pero retornando a la adultes, les puedo decir que estamos viviendo muchas sensaciones de mucha belleza, pero también de muchos análisis sobre nuestra realidad, en constante estado latente de aprendizaje. Cuestionándonos en cada paso, de lo que uno es, de lo que uno quiere, del contexto en el que se vive, desde donde uno viene.

Increíble, muchas cosas, mucha gente que nos abre su casa sin conocerlos, nos brinda todo, nos prestan sus camas, nos cobijan, nos reciben, nos alimentan, nos dan caricias en nuestros corazones. Nos dan aliento, nos cuentan sus vivencias, sus experiencias.

Y así vamos andando, con los pies firmes en nuestras convicciones, con las manos y los puños bien el alto resistiendo, contándoles de cada uno de ustedes a los demás, haciendo historias, viviendo la vida como queremos vivir.

Pues, andando, llegamos a Jujuy donde nos recibió el Alejando, estuvimos dos noches por esos lindos pagos, hablamos con todo el mundo, para hacer función.

¿y que nos contestaron?
Tamos en vísperas del carnaval changuitos, no tenemos un peso, para pagarles, además la autorización para hacer teatro de títeres a la gorra en la plaza principal no puede ser.

Cuento viejo, ese que ya lo hemos conocido en Salta, che muchachas y muchachos esta complicado el espacio publico, dos locos solos no podemos tomarlo, ya que vienen los robocoop un cachetazo y nos rajan, pero creo que hemos cedido mucho el pastito de la plaza.

Hay gentuza que se ha creído que el espacio publico les pertenece y solo ellos pueden decidir por el. Que mal.

Si esto es el avance del orden y las nomás, mas que norma prefiero la liverta.

Ante tan extremado trato, no tuvimos otra que partir a la quebrada, allí cargados y con la Antorcha lustrosa salimos. Despacito, despacito, subimos, bajamos, nos cruzamos con gendarmes, les robamos varias sonrisas, nos dimos cuenta que también son personas.

Y llegamos a Tilcara, el pueblo de la cultura de la quebrada, que nos pusimos hacer entonces…

¿Podemos hacer función en los museos?
No para nosotros no es temporada alta, tonces no hay función.
¿Podemos hacer función en la plaza?
No, estamos en vísperas del carnaval, tonces no hay función.

No, no No
No.
Hay muy lindo sus títeres, pero NOOOOOOOOO

No, teatro de títeres en carnaval, no No se puede. La semana que viene tal vez puede ser.

Ante tantos no.
Nos fuimos, un poco bajoniados, pero bueno vimos la otra cara del carnaval, que aunque parezca un poco feo, directo y fuera de contexto, la verdad que es una sensación amarga.

Todo en estos lugares, gira entorno del alcohol, por parte de las autoridades y funcionarios, el carnaval es un momento donde todo esta permitido, se muestra la cáscara, y se le quita la esencia de lo ritual, de lo mágico del encuentro, de lo comunitario, de la autenticidad, cambiada a un turismo golondrina que solo quiere devorar un instante de libertinaje en el marco de un festejo ancestral.

Ya se que este comentario generara controversias, pero es lo que a mi parecer he percibido. Un poco desilusionado pero bueno tal vez es la equivocación del lugar donde uno va, según lo que me han comentado en los pueblos no turísticos es otra cosa totalmente diferente. Igualmente rescato su realización, eso que quede muy en claro.

Así que ante tal acontecimiento decidimos partir a Humahuaca, alli conocimos a Daniel y sus hijos, increíbles todos ellos, impresionantes. El Dani, maestro pertenece a la red Puna que engloba a las comunidades de los pueblos originarios del norte del país.

Nos comento sus experiencias, sus vivencias como viviente, en sus viajes de más de cinco años por Sudamérica. En nuestra jerga un locazo como nosotros. Allí construyendo en adobe y piedra su casita.

Hablamos y hablamos, entre mate y mate, nos volamos al cerro que resguarda Humahuaca, allí entre la soledad mas profunda, invadidos de miedos, ansias, sueños, esperanzas, valores, ideales, decidimos ir…

Bolivia, la socialista.
Bolivia, la pobre pero rica.
Bolivia, la hermosa.
Bolivia la de los caminos de ripio.
Las de las montañas, de las subidas y las bajadas.

Bolivia la de las cholas y los cholos.
Bolivia

Sin función y sin corneta, silbando abajito y cargando de combustible a la antorcha partimos. HA LA QUIACA se ha dicho.

Subimos, bajamos, increíbles paisajes, maravillosos, impactantes, congelados momentos en nuestras retinas.

Volando entre los cerros, entre las nubes, estábamos con la antorchita viajera, los títeres se asomaban por todos lados también queriendo ellos mirar, pero el sol es tan fuerte que la cartapesta esta en riesgo se decían entre ellos. Estos dos no, tiene lentes negros, y ropas guenas, a nosotros nos visteN con retazos y trapos viejos. Que va, no tenemos protección más que la chapa de la antorcha, quedémonos aquí en la valija del Nono.

Pero, tanta, tanta la belleza que estos, por su propia naturaleza no podían contenerse ante espectáculo natural.

Llegamos a la quiaca, ¿quien no podía recibir? La gendarmería.
¿Y quien era un gendarme?
Una titiritera, que nos dice yo hacia títeres con las botellas de plástico, allá en la provincia de buenos aires. Y Allí nomás sacamos la carpeta con las fotos y nos pusimos hablar con aquella titiritera gendarme.

¡Venga mi cabo!
¿Sabe de algún lugar barato donde puedan quedarse los chicos?

Y así pasamos la noche en un cómodo lugar. Tranquilos por la mañana pasamos a buscar a la antorcha por un estacionamiento ¿y que? Que podía pasar, con quien nos encontramos.

Con un funcionario municipal, que nos invitaba para después del car-na-val hacer unas funciones para la municipalidad. Que lo parió en el único lugar donde no fuimos a golpearles las puertas, ellos nos invitan.

Bueno, para la vuelta, don, haremos teatro de títeres en La Quiaca.

Ta, ta, ta tan, ta, ta, tan
LA FRONTERA

Capitulo a parte de esta novela, la temida frontera, los malos gendarmes, los asquerosos burócratas, la Aduana, la AFIP, los ilegales, migraciones, los papeles, los formularios, las colas, las miradas, las complicaciones legales.

Para atrazzz, para atraz. ¿Usted que hace allí? ¿No ve esta ciego? Dice por la línea amarilla. No pase. Esta en una frontera.

Uno con tal impotencia de recontra recontra mil putiarlos, somos personas, somos gentes. Pero no ellos nos, tratándonos pior que a los animales. Anda a decirles algo, tienen el poder como Himan.

No te dejan pasar mas después. Que boludez, un puente y tanta burocracia para pasar.
Las nueve de la mañana.
Y el formulario sin ni siquiera llenar
Las once de la mañana.
Y el formulario sin ni siquiera llenar.
Las doce del medio día.
Y el formulario sin ni siquiera llenar.
La puta que los parió.

Lo más denigrante y vergonzoso era lo que pasaba en un puente que estaba en el costado donde nos detenían a nosotros. Aberrante escena de contrabando, cholas en su mayoría corrían de un lado al otro, cargando inmensos bultos, como si estuvieran haciendo postas.

Llevan en sus espaldas las cargas de los camiones, que para no pagar impuestos, descargaban en argentina, pasaban por el lugar donde estábamos nosotros vacíos y volvían a cargar en Bolivia.

Que mal, utilizar la necesidad de la gente, mulas parecían, viejas cholas que apenas se podían mover, y dar pasos, pero el señor invisible del capitalismos dándole de azotes en sus espaldas para que crucen cosas ajenas por unos pocos pesos bolivianos, haciéndoles creer que ellos contrabandeaban mientras que estos malbichos se llenan de dinero a cuesta de del sudor de esta gente.

Con razón el control para los del costado, con razón tanta burocracia allí instaurada, solo para aparentar la rigidez de las normas, que vergüenza.

La una, y todo un quilombo.

¡Cerramos, señores estamos trabajando, hay mucho vehículo para pasar a Bolivia, así que cerramos, hasta que no se descongestione, CERRAMOS!

Heee, bueno, ¿hasta que hora, señor funcionario?
Nose no soy vidente, estoy aquí desde las siete de la mañana todos los días por favor un poco de entendimiento. Porai como a las 16:00

Hagan cola y esperen allí.

No, no no no NO.
La puta que los recontra, recontra, recontra remil pario, sin vergüenza, porquería de persona, como dice la Tana (Bueno todo esto en un murmullo)

Anda a cagar…

Bueno nos fuimos almorzar, tomar un vino para pasar el momento, sOpa, plato primero y el segundon, pollo al horno con papas, postre un flancito.

¿Cuánto?
Veinticinco pesos entre los dos.

Increíble, pero real.

Al amasadero nuevamente, fuimos a las tres y media de la tarde.

Al sol, y los tipos no habian llegado todavía, mas gente que putiba, y bueno entre tanto comenzamos hacer sociales con la gente de la fila.

De donde venis, a donde vas, estos son unos desalmados, no se puede mas. Mira que hora es, que pin, que pan.

Teníamos unas diez personas delante. ¿Y Quien llego a las diez y siete de la Tarde?
Si, si si los señoritos, sonrientes, con mucha onda, para mi estaban en pedo.
Ya atendemos, pero a las diez y ocho, se cierra la frontera.

No, huy no pasamos ni en pedo nosotros por aquí, la gente enardecida pero con resentimiento, de quedarse allí.

El otro paso es mejor, allí es mas rápido hay una sola aduana que pasar, y todo bien. Pero hay que regresar a San Salvador de Jujuy, hay que hacer muchos kilómetros y después pasar.

Nos miramos los dos, levantamos levemente los hombros, subimos las manos y nos dijimos vamonos, por alli.

Y asi rumbeamos hasta Jujuy, mas precisamente a Palpala, una ciudadela cerquitica de San Salvador, hacer la noche en la casa de una amiga hermana, la Anastacia. Descansamos nos quedamos un día allí en tan calido nido. Y las Bolivia.

Ingresamos por el Cruce Aguas Blancas, del lado Argentino, y Bermejo del lado Boliviano. De toque la gente distinta, mas humano, mas calida, excelente atención.

Y pasamossss…
Bolivia, nuestras caras de felicidad, indescriptibles.
Y así entramos por la parte de las Yungas, recorriendo lugares en principio NO A EVO, lo cual no es de nuestro agrado, por lo tanto despacito despacito subiendo montañas increíblemente altas, nos rajamos.

Hasta llegar aquí donde estamos hoy en Potosí, una ciudad detenida por el tiempo de la colonia.

Como habíamos dicho aprendiendo y mas aún aquí en Bolivia, un país muy especial con gente muy especial. Contentos y en la lucha.

Continuara…

Gracias, muchas gracias.
Nicolás y Sebastián

viernes, 16 de enero de 2009











CRONICAS DE LA GIRA

“Recorriendo las Huellas de los Pueblos”

NRO. PRIMERA

La provincia de la Rioja


Bueno, aquí estamos. Si, no hemos desaparecido, ni tampoco hemos vuelto a la ciudad del asfalto de los malos aires porteños, rodando y rodando los ejes de la antorcha nos encontramos en la provincia del Chacho Peñaloza, del Pelado Anyeleli, de la Mayela, del Honorio, de los Teatreros revolucionarios.

La Rioja.

Caluron, es diciembre mediados, un poco de lluvia que ni entibia el hervidero de los piojos, todo es quemazón, se puede salir bien temprano en la ciudad capital, según me cuentan estos españoles fundaron un caserío que se transformo en la actual ciudadela en un pozo.

Si en un pozo, al parecer podemos confirmar que no es verdad el dicho ese que decían los españoles en épocas de la colonia que a los nacidos aquí se les achicharraba el cerebelo por el sol. Estos ya venían aquí sin el desde las europas.

¿Como fundar una ciudad en un pozo? Cosa de españoles, sin ofender a los descendientes de estos sin luz, bueno tema de historiadores y nosotros no lo somos. Solo somos unos trashumantes titiriteros ambulantes.

Y en este viaje, aquí salpicamos de palabras unas páginas para compartir nuestras experiencias con los hermosos vivientes de estas maravillosas tierras, de lucha, resistencia, coraje, aventuras, desventuras, amores, victorias y fracasos.

Salimos el 22 de diciembre de la ciudad Capital de la Provincia, cargamos gasoil, a la Antorcha con la colaboración económica del Victorino. Tomes esto es para la causa, nos dijo, y así salimos…

Me olvidaba, antes de comenzar a relatar el viajecito, debo comentarles un acontecimiento que se dio lugar unos días antes de nuestra partida por los pueblos y ciudades del interior de la provincia.

¿Qué pasaba?

La Crissstina, llegaba a la ciudad, si no la podíamos creer nosotros, la mina nos estaba siguiendo,
¡Noooooooooooo!
No aquí en la Rioja, la Cristina Fernández de Kiner, (Lo escribo así no por lo burro que si soy, sino es que bueno, es complicado, como la gente que lo porta)

La CriS, con su cartera y su maquillaje, su peluquero, su avión y su manada de lame Tetis, (para no ser machista, jajaj.) Aquí estaba queriendo saber que estábamos haciendo nosotros unos titiriteros perejiles, pero, pero muy peligrosos. Vino desde la ciudad Luz de los Malos Aires a pedirnos una entrevista, ya que durante los cuatro, cinco años de estrellado y vivencia en la susodicha ciudad, NUNCA le habíamos dado una entrevista, nos siguió asta aquí.
¿La pueden creer?

Nosotros bueno, como gente de principios, militantes de livertades anarquistas, testarudos;
¿Que hicimos?
No la atendimos.
No nada de entrevistas a esta gente de tan baja alcurnia.

Pero, pero, la vida tiene muchos peros, ¿Qué paso?

En la tarde del jueves 18 de diciembre, nos aprontamos a ir al centro de la ciudad, la plaza, el hotel presidente y claro la casita del poder ejecutivo, juntito a la casita del patrono religioso cristiano de la comunidad, el San Francisco.

Me olvidaba del Casino donde los feligreses descargan sus monederitos después de visitar al santísimo.

Nada de lo anormal.
Pero, pero esos interminables peros, había un carpita, blanca con la custodia policial de varios integrantes de la fuerza coercitiva, cuidando a los ciudadanos transeúntes de la voracidad de unos ambientalistas con fuertes convicciones.

Y los dos, nosotros tirabombas, rebeldes con muchas causas no nos pudimos quedar ausentes de tal acontecimiento. Así que despacito, transpirando la gota gorda, danzando al paso calido con las gomas de los pies derretidas pegadas al cemento, sin poder movilizarnos, nuestra desesperación se izo presente, gritábamos y nada. La gente que pasaba nos miraba y decían estos están locos. Hasta que de repente una interminable he infinita bandera nos beso tiernamente, y con su flamear nos invitaba a saltar dejar allí las zapatillas quemadas y animarnos a prenderla en su maravillosa esperanza.

Fue fuerte el latido de nuestros corazones que se potencio al sentir el latido latente y constante de los otros allí anónimos que estaban en la plaza.

Llegamos, a esa sombra un regocijo para la piel y para el espíritu.
¿Cómo, que decía la bandera?
Ya te lo dije, no estas prestando atención, ja no mentira la bandera decía:
“El agua vale mas que el Oro” No a la minería.
Conocimos mucha gente, hermosa maravillosa magnifica, luchadores de asambleas ambientalistas, gente de pueblo, de ciudad, como vos, como yo, que no se comió el verso del progreso, del trabajo, del futuro. Gente con hijos, gente sin hijos, casados, solteros, gordos, flacos, herreros, artesanos, médicos, maestros, abogados, luchadores, sin nombres y sin apellidos complicados. Allí todos confluían en el Famatina no se toca.
¿Qué es el Famatina? Y ¿Por qué no se toca?
Les preguntamos, y ellos al unísono todos juntos como si fueran uno nos contestaban, es un cerro y es el mas bello de los cerros, su sima esta siempre blanca, es el señor de los cerros. Y no se toca, porque es nuestra vida, el que nos regala el agua para poder sembrar, para poder beber.

Y allí, dos jóvenes vírgenes dispuestas al sacrificio estaban, la Ines y la Adriana, haciendo ayuno por tres días. Esta ultima una bellísima mujer con una maravillosa hija que no fue obra del espíritu santo, sino más bien del Hernán su excompañero. Y la primera estudiante de psicología en estado de evolución permanente.

Ahí nomás, nos entendimos de lo mejor con ellas, y las invitamos a la gira por el interior de la provincia, les gusto y se prendieron.

Pero retornando a la visita de la Sra. Presidenta, cabe aclarar que el hecho de que no le hubiésemos dado la entrevista, eso no implicaría que no le romperíamos los ovarios.
No, no.
Como las energías cósmicas del universo y la alineación de los planetas, uno sigue encontrándose con gente, con gentuza, que esta en el mismo camino y en la misma dirección que uno.
¿Qué paso?
Nos encontramos con otros locos del marote, un grupete de la elite ambientalista, el lado mas radicalizado de la cosa, los conflictivos, los que la hacen podrir, los que la complican, los rebeldes, los mas desorbitados los anormales, los revoltosos, los que no pueden quedarse en sus casas tranquilamente viendo la TV, el baile del Caño, los chismes ajenos, las novelas. Los que no se acomodan a las disyuntivas del sistema, los que no obedecen, como debieran obedecer.

Pareciera ser que nose, tenemos un imán con esta gente, que cosa seria, nos pegamos, se nos pegan, jaja.
Y bueno,
¿Qué mas paso?
Tonces acción…
Intervención, así como el rin raje, toco y me voy, estoy me ven te grito y desaparezco ante que los botones me den de palos en el lomo.

Intervención, una acción, artística ante la chusma.
Que se les había ocurrido vestirse de mojes negros, en procesión de un entierro, las lloronas acompañando un cajón mortuorio. Y de repente…

Zaz, a la mierda el cajón, abrir la tapa, la imagen del Gobernador de la Provincia, pisarlo, pasarlo por arriba, dejarlo en la calle y el baile la alegría, el jolgorio, la fiesta, la diversión, la vida continua.

Así que no nos pudimos permitir no participar de ello.

En un tremendo predio, donde solo había botones, vestidos de robocoop, con palos y cara de perros malos, dispuestos a pegarles hasta a sus propias madres, por solo obedecer. Y con algunas almas compradas con el poder de los dicen representar al pueblo, por cincuenta pesos, y un choripan.

Aberrante atrocidad de manejar la necesidad de los pueblos, son permisivos con la pobreza económica ya que son evidentes representantes de la pobreza de principios, de dignidad, ni se merecen ser nombrados.

Allí estaban, con sus sabuesos, ¿Y los ambientalistas?
Todos muy fichados, recontra recontra reconocidos, no los dejaron llegar ni a verle los implantes de silicona importada a la Cristina.

No importa, igual se izo lo que se pudo. No fue una derrota, sino un gran aprendizaje en la militancia.
“El famatina no se toca”

Así que contados los pormenores nos trasladamos a los pormayores que son parte importante de esta humilde gira.

Nos habían invitado para el día 26 de diciembre en un paraje que se llama el Zapallar unas ciento cincuenta personas desparramadas en la precordillera en el limite entre la provincia de la Rioja y San Juan.

En el marco de una conmemoración de una fiesta patronal del Santito del pueblo, también se recordaría la participación de un maestro de escuela del paraje, Don Avila, como lo llamaban, un gran maestro, un gran hombre.

Así que teníamos que hacer unos quinientos kilómetros, algunos caminos de cornisa, como era el pasar por la llamada cuesta de miranda, unos caminos de ripio, y ruta.

Aprontamos a la antorcha, la llenamos de títeres, por todos lados, los humanos en la primer etapa, Nicolás Piloto titiritero, Yo Sebastián copiloto titiritero, Adriana, acompañante mateadora oficial, Amanda, (Hija de Adriana) y encargada de la critica de los espectáculos. Y el último viajero soñador, Don Víctor, el conocedor de las rutas.

Allí aprontamos la gira por los pueblos de la llamada costa de la Provincia de la Rioja, primer parada, la ciudad de Sanagasta, habíamos acordado con Martín, una presentación en el pueblo a las 21:00 Horas, pero, pero como la vida tiene muchos peros, siempre, jaja

Llegamos al hermoso pueblo, cerca de las cinco, de la tarde, ¿y que pasaba allí? Un cierre de una academia de baile folklórico, del pueblo.
Todo el pueblo estaba vestidito con la pilcha dominguera, siendo que era lunes, todos con todo el ropero en sima, las pintalabios una extrañeza de boquitas pintadas al mejor estilo parisino.

Los aromas de perfumes se confundían con las fragancias aromáticas de las brisas del viento que bajaba de las montañas.

Todos espectacularmente vestidos, los perros bañados y con moños, las cabras, con plumas de cóndores, guirnaldas y luces, música. Inigualables instantes, el sol yéndose a descansar en las montañas, la noche prontito nomás a inundar la inmensidad del paisaje con su luz de oscuridad.

Mujeres con amplios faldones, multicolores. Los hombres con bombachas muy oscuras y con las líneas del planchado perfecto. Pañuelos coquetos, miradas sin mirar, atrevidas, escondidas, picaras y llenas de felicidad.

Y nosotros, con el altoparlante gritando:
¡Familia, chicos, chicas función de títeres, en el bordo colorado, a las 21:00, para toda la familia!
¿Te podes imaginas la bola que nos dieron?
jaja si después del bailantazo vamos, vaya a saber a la hora que termino esa folkloriada.

La primera función de la gira, la tuvimos que suspender, ya que no había publico, todo el pueblo estaba en otro lugar. Bueno uno aprende y para eso esta la vida.

Después de cargar todo en la antorcha nuevamente, nos disponemos a zarpar por la ruta nocturna camino a…
¿Dónde?
Ya es tarde, queríamos llegar por Famatina para pasar la navidad en el emblemático corte de peñas negras, pero quedaba como a unos trescientos kilómetros y la verdad que después de haber armado y desarmado el retablo, estábamos un poco cansados todos.

Además a la salida de Sanagasta, la antorcha había quemado como tres fusibles de las luces de posición, no nos imaginábamos porque había sucedido eso, si estaba a la perfección eléctricamente.

Bueno tripa corazón, y la voluntad de la señora de la noche, pusimos el ultimo fusible que nos quedaba sano y teníamos de repuesto, y ver que pasaba, nos largamos. Si se apaga la luz y quedábamos oscuras, allí la noche pasaríamos, no había complicaciones ni peligro, ya que por esa ruta no pasa ni el loro, y tenia una gran banquina donde estacionar perfectamente.

Salimos tranqui y debatimos, todos llegamos a la conclusión de que estábamos cansados, y que podíamos llegar a un pueblo llamado Aminga, donde el padre de Víctor vivía.

Cumpliendo mi función de copiloto, estaba encargado de la música, la charla directa con el piloto y de llevar en mi falda un gran equipo que además de cargador de batería, tenía incorporado una interesante linterna, por si la luz se nos apagaba.

Todo perfecto, de un saltito llegamos Aminga, pasamos por el centro del pueblo, y la luz de la antorcha perfecta en ningún momento tuvimos inconveniente alguno.

Llegamos a la casita de piedra, llena de flores y frutas.
Pero, pero pero, la vida y sus pero, jaja

El padre de Víctor no estaba, se había ido a la Rioja Capital a cobrar su jubilación y el susodicho hijo, no tenia la llave de la casa.

Bueno, aprontamos a sacar las bolsas de dormir en el quincho de techo de cañas.
No…
Dice Víctor, yo una vez entre por la ventana del Baño, voy a intentar…
No solamente los años han corrido desde aquella vez, le repetimos sino también los cuchillos y tenedores de los asados que te has comido.

Prominente pancita ha crecido,
¿Cuidado a ver si te quedas atrancado en el ventiluz?
Prueba superada, y espumante colchón nos esperaba a todos y cada uno de los viajeros viajadores.

Así dulce sueños y armonioso lugar nos acuno en la primera noche de la gira por la costa de la provincia de la Rioja.

CAMINO A FAMATINA

Tempranito nomás nos levantamos, desayunamos, cargamos el termo, cerramos la puerta y la ventana del baño nuevamente salimos, rodando las ruedas de la antorcha, leyendo historia de un libro que nos regalaron en la Radio de Alta Gracia.

Rumbo a Famatina.
De pasada mirando el paisaje dejamos una carpeta del grupo cuando nos encontramos con una amiga, la Karime, y allí nomás coordinamos una presentación en un club de Quipan, localidad perteneciente al departamento de San Blas de los Sauces.

Chochos de contentos nos agarro la noche.

Y con la luz de la antorcha si poderla haber llevado a un electricista para que la verifique. Cruzamos los dedos y nos mandamos, quedando solo unos cien kilómetros hasta Famatina.

Frunciendo el tuje, para no hacer viento flutulentico (jajaj) y que la luz se apagara, llegamos eso de las 23:00 horas a Famatina, todo un espectáculo éramos.

Títeres del Zonda…
¿Y a donde vamos?
A la casa de Don Honorio, un viviente de Famatina, luchador revolucionario, zurdito para los derechazos, un incansable hombre de ochentaipico de años, una lucidez impactante.

Pasamos por su casa, había luz y entramos.

¿Esta el revolucionario?
He si, acá estamos
un revolucionario nunca descansa, nos decía el viejito, allí estaban de festejos los muchachos, había un maestro de escuela, un sindicalista, unas doñas del barrio, en la despedida del fin de año.

Cerveza, sidra, pizza y gaseosa, nos abastecimos repusimos fuerzas y una de las doñas me quería tirar el cuerito, porque decía que tenia carita de empachado.

Te quiere comer el cuerito, decía la esposa del Honorio y los doble sentidos se agregaron a la fiesta, casita humilde, pero de grandes corazones, he ideales. Luchadores del lugar resistentes hombres y mujeres que defienden con sus vidas a la montaña del exterminio contaminante y rapaz de unos pocos vivos.

Mañana a ver al intendente tempranito, para que el municipio colabore con ustedes y les pague una función aquí la gente es muy pobre y no puede colaborar con la gorra, ni tampoco sabe lo que eso. Estos tienen plata, así que allí nos vemos, nos dice el Honorio, si no voy yo, los acompaña Cristina.

Nos fuimos a dormir a las dependencias del ACA, pedimos permiso, plantamos las carpas, unos dormimos en ella otros se tiraron a descansar dentro de la antorcha.

Despertar en Famatina.
La magia del lugar encanto la mirada lejana de nuestros ojos, impactante las montañas, época de lluvia en estos pagos, nubarrones de grises colores acariciaban el manto marrón de los cerros. Con gran timidez de impactarnos con su grandeza, el famatina no se mostraba, chucaro ante los visitantes.

Fuimos al municipio, 24 de diciembre por la maña, todo mas que bien, el intendente un joven trabajador social, quedo inscrespado por Cristina que nos había acompañado En el momento de que esta le dijo: Ya has transado tu candidatura a Diputado, ¿No?. Y este le contesto en doble sentido: Yo siempre transe (Con una picara sonrisa) A la que la Cristina le contesto: Si eso ya lo sabemos, pero cuídate…(Contestándole con otra picara sonrisa). Bueno coordinamos, una platica, como dice nuestra amiga de los hermosos sentimientos, y el arreglo de eléctrico, función para dentro de unos días el 29 de diciembre a las 21:00 Horas en la plaza de Famatina.

Así que para difundir, nos acercamos a la radio, antes que subamos al cerro a pasar la nochebuena. Todo mas que bien también, el Walter de la radio un fenómeno, estaba haciendo un programa continuado por todo el día.
¿Y que se le ocurrió?
Ya que íbamos al corte de peñas negras, llevemos unas radios y estemos conectados, para así saludar a la gente del pueblo en vivo y en directo desde el emblemático corte.

Nos fuimos para arribita del cerro, pero eso si nos aprovisionamos de vinito, y pollito para una cenitica muy especial.

Y allí llegamos, es muy difícil expresar en palabras la maravilla del lugar, la energía, las sensaciones, el orgullo de la lucha presente al pie del cerro.

El peña Negras es un corte emblemático, es el único camino que lleva hacia la montaña del Famatina, hace unos años atrás fue utilizado por los piratas ingleses que explotaban una mina llamada La Mexicana, de extracción de oro. Y la gente en una poblada dijeron basta, aquí no mas, pusieron una hermosa he infinita barrera, cortándoles a los pocos de siempre tanto en lo concreto como en lo ideológico la posibilidad de destrozar el cerro con la minería a cielo abierto.

La empresa que había pagado las cometas para hacer el terrible afano, estaba arriba con sus camiones, sus técnicos, su armamento sus conocimientos y la legalidad respaldándolos a su favor.

Pero, la vida siempre con sus peros, allí presente estaba por sobre la muerte en su cercano futuro. Asamblea, pueblada y todos juntos fueron a la sombra de aquella magnifica montaña a sacarlos a patadas, cortaron el camino en peñas negras, ni suben, ni bajan. Aquí estamos nosotros para cuidarte Famatina.

Y así estos que están desbordados de ambiciones nefastas se tuvieron que ir, los echaron un pueblo se levanto con toda su vos, con todos sus gritos, con todos sus puños en alto los rajaron, con la fuerza de su hermoso cerro.

Allí estábamos pasando el 24 de diciembre diciéndole nosotros los Títeres del Zonda estamos con ustedes gente hermosa, maravillosa, bella. Y aquí están nuestros muñecos, haciendo de las suyas cuidando su cerro, mientras ustedes festejan este día especial, disfruten nosotros estamos aquí, descansen, que la lucha siempre sigue, estén atentos, pero hoy descansen, estamos nosotros cuidándoles su tierno, frágil he imponente cerro.

Que el
“Famatina no se toca”
Pasaron los instantes, y de la cola de un cóndor paseamos por las montañas, suspirando miradas, acariciando corazones por dentro, viajamos entre la frescura de la nieve.

Manto blanco de pasiones, lucha, resistencia, coraje.
Suave vuelo de los sueños y…
Y el ave nos sonrió
Y la montaña nos sonrió.
Y el agua nos sonrió.
Y la luna nos sonrió.
Y las estrellas nos sonrieron.

Y nosotros sonreímos con ellos en un instante que se transformo en eterno.

Así, se nos fue sumando y sumando gente, la antorcha quedaba chica, no podía llevar mas personas, así que tuvimos que sumarle un auto acompañante.

La Luci, el Colacho, La Mimi, La Perlita.

Muchos a la aventura nos mandamos al Zapallar, impresionante, pasamos por un camino de cornisas entre la Ciudad de Chilecito y Villa Unión, para seguir a un pueblo que se llama Guandacol.

La cuesta de Miranda, no lo podíamos creer, esta es nuestra tierra, estos son nuestros paisajes, nuestras montañas, los colores, los aromas, las imágenes, la magnificencia, lo imponente, lo natural.

Aquí estamos, aquí vamos, aquí vivimos.
Y la antorcha mas que bien, perfecta, entre mate, y mate, quesillo de cabra, nueces, duraznos, ciruelas.

Llegamos a Guandacol, pero la lluvia, reciente y un día nublado nos aguo el camino al Zapallar, los ríos de montañas son peligrosos en épocas de crecida y por la radio informaban que no era conveniente pasar al Zapallar, ya que estaban caudalosos los cauces.

Así que no pudimos llegar hasta allí, pero igualmente plantamos bandera, y en un pueblo minero como Guandacol, tomamos la plaza.

Es muy difícil, más bien imposible juzgar a la gente, al pueblo que persiste en el silencio de la lucha contra esto que es pan para hoy y hambre y muerte para mañana. La necesidad es actual, la pobreza se vive en este instante y por eso muchos mal paridos utilizan el hambre, dan unas migajas al pueblo que persiste en la pobreza, para luego dejar la tierra totalmente contaminada, sin agua que beber, sin vida que vivir. Implantando la enfermedad de los sin lucha.

Pero bueno, uno es comprensivo, pero eso no quiere decir que uno deje de luchar en estos lugares, sino que porai pase como sapo en otro poso, y la lucha sigue tal vez ante la indiferencia, la molestia, la incomodidad o la resignación de algunos.

Allí pusimos una bandera, que decía el agua vale mas que el oro, no al uranio. Música, títeres y películas. Se lleno la plaza.

La llenamos, todo el pueblo, vestidos de gala, con sus mejores ropajes, los niños, las niñas, los adolescentes, los padres, los abuelos, las abuelas, ¿Los mineros?
Los rajaron a putiadas las compañeras y se fueron de la plaza.
Entre la Bartolina, que canto sus bagualas, el Yulios Argentino Corazón de Roca, y el Xochen, con su viento, el Rosendo que se lleva los aplausos y las sonrisas de los niños la jornada fue perfecta.

Las miradas concentradas del publico, la participación de los niños, y el aliento del títere originario, colmaron de energías nuestros corazones y nos confirmaron que estamos en el camino de la lucha que queremos estar.

Increíble, cuando culminamos nos traían pan dulce, gaseosas, y sobre todo mucho amor.

Hicimos, función en Chilecito, Famatina, Quipan- San Blas de los Sauces, Santa Vera Cruz

Todos magnifico público, magnifico recibimiento, contención, armonía y así despacito, despacito, con el teatro de títeres llegando a lugares alejados estamos, compartiendo con la gente, aprendiendo a vivir, juntándonos y haciéndonos más hermanos.

Ahora regresamos a la Rioja Capital, extrañando el clima de las montañas, pero completos inmersos en un manto de esperanzas y decididos a seguir por las huellas de los pueblos.