sábado, 16 de enero de 2010

Cronica de la Gira Nº VIII

Crónica de la Gira
“Por las Huellas de los Pueblos”

Republica de Colombia, la bella.

Nº VIII


Guanare, Republica Bolivariana de Venezuela, 15 de Enero de 2010.

Colombia, donde los rayos del sol acarician la tierra de una manera muy especial, transformándolo todo; desde los colores, los sabores, los sentires. Todo se transforma, y las personas no son la acepción a la maravillosa transmutación.

Ya estamos en la Republica Bolivariana de Venezuela, en la meca de los titiriteros, en el Teatro Tempo; con el gran, pero gran MAESTRO EDUARDO D`IMAURO, maestro de los titiriteros, pero mas maestro aún de la vida, de los ideales, de la persistencia y de los que luchamos por la construcción de un mundo mejor, en verdaderas igualdades, y sin opresión.

Es el momento de plasmar en palabras el hermoso recorrido por La Colombia, la enérgica, la que lucha, la que resiste, la que se aflora en la piel de la tan inmensa diversidad humana que la habita.

Con todos y cada uno de sus conflictos, de sus verdades, de sus caminos. Claros, oscuros, pedregosos he infinitos, Colombia, la tierra que busca la esperanza derramada en las manos de los hombres y mujeres que siguen luchando en el silencio más sepulcral y en soledad.

Republica de Colombia…

El Gran Paul y la Divina Amparo

No sabemos el porque siempre las cosas que nos suceden están enmarcadas en la belleza de los encuentros con lindas personas. Que nos cobijan con sus manos y sus palabras lo más profundo de nuestros corazones.

Así es pues, en San Antonio de Ibarra, en la republica hermana de Ecuador, no fue un milagro, algo mas bello; un encuentro, un verdadero encuentro, con los amigos que se hacen hermanos del espíritu. Increíble.

Mande su merced, que allí llegamos, tres y salimos dos, energizados por la fuerza de los muchos, donde nos hermanamos en un solo puño de resistencia y lucha. El Gran Paul y la Divina Amparo, el Romer, Bellos, los bellos hermanos que por sus fuerzas nos inundan de la mas pura energía como para poder seguir viajando en estos laberintos de nuestra America latina.

Bienvenidos a Colombia

¿Que más parcero? ¿Que más pana? ¿Qué mas cumpa? ¿Qué mas amigo? ¿Qué mas patita?
¿Qué mas?

Colombia…

Y los puntos suspensivos, como en suspenso esta el país, ¿conflictivo?, ¿belicoso?, ¿violento? ¿Aterrador?
¿Qué mas?
Muchas preguntas, tantos temores, tantos miedos, tanta injusticia con su gente, tanta angustia, tantas tristezas.
Tantas mentiras.

Colombia

Como describirte amada Colombia, que nos enamoraste con tus verdes, que nos extasiaste con tus azules, y marrones de grandes montañas.
Como describirte amada Colombia, que nos enamoraste con tus fragancias, con tus cantos, con tus ritmos, tus vallenatos, tus cumbias, tus boleros, tu mapale, tus ritmo de la costa, de la sierra, de los valles.

Colombia, en su simple estado de pasividad, eres una tierra muy bella, muy rica, muy calida, y allí esta tu gran condena.

Los narcos te gobiernan, los malos hijueputa los ayudan, y las cartas se marcan para dar la suerte a los que más tienen.

Pero amada Colombia no estas vencida, en la mirada de la gente, de tu gente; esta la esperanza, esta la lucha, esta la vida por sobre la muerte. Esta allí latente lo sentimos desde lo mas profundo de nuestras entrañas por eso no estas perdida hermosa Colombia.

¿No hay que hablar de política?
Pero si todo es política en esta vida, ¿Cómo hacer que la lengua se trabe, que se ponga muda, y no hable de política?
No sabemos…
Y nuevamente los TRES puntos suspensivos.

Bienvenidos a Colombia…

En panza de la Guagua, la madre Pastusa de los vientos:

Llegamos a un tierra especial como lo es de especial toda Colombia, Pasto, en el Departamento de Nariño al Sur del País. Un pueblo andino, pero no un pueblo simplemente andino. Un pueblo de hombres y mujeres que se enfrentan al poder. Fue ayer cuando los pastusos se le pusieron firmes al Simon Bolivar y le resistieron en lucha Y es hoy uno de los lugares donde el Uribe, siempre pierde sus elecciones, supuestamente democráticas.

Así de aguerridos son ellos, ni los Incas pudieron con sus originarios. Fuertes, testarudos. Amables, cariñosos, solidarios, maravilloso la parte de los andes que estas personas construyen en su día a día.

Una magia bella, y tierna que los rodea a todos y todas, bajo ese cielo, en la ladera de su imponente Volcán Galeras.

¿Que si, o no? Parce.
Y con el beso de una Guagua aparecimos viviendo en un teatro, con todas las de la ley. Abrimos la puertica de la antorchita lentamente. Asombrados he impresionados penetramos en lo profundo de una casa vieja, con su árbol encantado, y el espíritu fantasma errante dentro de sus paredes.

Había sabido ser bar, había sabido ser escuela, hasta la mismísima casa de un general, no se un tal Aureliano Buendia, quizás estábamos escribiendo una hoja de algún fantástico libro.

Pero estábamos allí, en un teatro. Que buen final para una casa, ya que prontico nomás será demolida por el progreso. Lastima, pero que buen final para una casa, ser convertida en teatro. Como la vida misma de los personajes que allí vivieron, contaron sus historias, se enamoraron, se engañaron y, murieron.


Y ahora teatro.
Impresionante, ¿Y donde se podían alojar dos titiriteros andariegos? En ese teatro, ¿y en que lugar? En una habitación con puerta a la sala de teatro. O sea que habríamos la puerta y teníamos la sala.

Impresionante.

Arta gente, muchos y muchas, que pertenecen al colectivo cultural la Guagua, pelados y no tan pelados, jóvenes y no tan jóvenes los que son guagüitas de espíritu, imagínense solo la llave del teatro la tienen los fundadores
¿y cuantos son?
Nueve, si, si nueve
Y los demás un montón de montoncitos, mas que bellos y bellas, los pastuzos, terribles rumbeadores, fiesteros de nacimiento, y testarudos de personalidad.

Donde se podían juntar que sino en un teatro, con fantasma y todo incluido, hasta el duende del árbol, que tiraba piedras a las oficinas de enfrente, anti-sistema.

Maravilloso.
Una se esas noches que recibíamos visitas, para hablar de huellas recorridas y de lugares con los amigos y amigas. Cada una de ellas traía debajo del brazo una botella de Rhon, de brandi, y sin faltar unos humeantes cigarros piel roja pà desarmar. Encuentros de encuentros, compartiendo palabras, volando en las esperanzas, sintiéndonos todos juntos hermanados por un cielo en común, con guitarra cantando el quindi-guisingui del gran Ñoño.

Salíamos de esa casa vieja, con pasillos viejos, marcos grises y negros. Cuadros de transparencias que reflejaban la vivencia de una mujer en el dolor de ser mujer, y el la felicidad de su gozo.

Paredes gruesas, con mucha altura. Telarañas de mucha edad conformaban la estética del lugar, con sabores a arte, con aromas de cultura, entremezclados con la humedad de los años del teatro.

Así, a la señal, de que el humo viene asomando, en el ritual de los vasos, y los pasos cortos, tranquilos, con murmullos bajos. Caravana de emociones, miradas cómplices, sonrisas picaras, cruzábamos ese teatro.

Acariciando al fantasma con la brisa de nuestro andar, despertándolo con las palabras al viento.

Abriendo, abriendo la puerta de un patio, y allí el imponente árbol, que solo queda en esa vieja casa, ya todo es edificio, cemento. Progreso. Pero el, allí imponente, majestuoso y solitario; con su ser, con su rebelde ser, su duende protector.

Con una mano en la botella, la otra tocando solo una hoja del viejo árbol, como pidiendo permiso, como invitándolo al ritual de las palabras.

Y así, tranquilos y en paz, en fila, subíamos a besar el cielo de la Guagua en su pequeña terraza. Acurrucados, amontonados compartiendo un trago, un momento eterno de instantes infinitos, impregnados en lo más profundo de nuestros corazones.

Tal situación especial que hasta el mismísimo Volcán Galeras quería hacerse presente en la conversación, así que desde lejos se le veía la fumarola, echando humo, como mieeeerda dirían los peruanos.
¿Y las estrellas?


Hu, las estrellas parecían estar más cercas, latiendo al compás de nuestros corazones, besando los piojos, sonriéndoles, guiñándonos el ojo. Diciéndonos, tranquilos que este viejo testarudo del volcán, solo quiere un poco de brandy, y darle a la baretica.


Así las horas pasaban y pasaban, convirtiéndose en bellas esperanzas para un amanecer futuro.

Increíble, los momentos en el teatro. Y al primer rayo de luz,
la transformación…
La gran transformación, en el momento en el que el sol besaba los labios de la madre tierra. Nosotros los que soñamos, nos convertimos en colibrí.

Volando por cada calle, abriendo nuestras alas en cada lugar, regalando figuritas de papel, para enamorar más corazones bellos.


El Robo del siglo:

Esto de estar viajando, no solo nos hace conocer lo mejor de las personas, sino también vamos viendo, sintiendo lo que sucede en la misma realidad que vamos palpando.

Y de acuerdo donde nuestros pies caminan, es como miramos al mundo, y así es, que hace mas de un año que estamos caminando nosotros y el cerebro mas achicharrado que de costumbre por las tantas vivencias y las tantas compartidas. Aprendiendo y por sobre todas las cosas sorprendiéndonos de la creatividad humana.

Hasta donde puede ser capaz.

Había una vez un día de mucho, mucho sol, donde un titiritero andariego debía hacer una gran, pero gran función; lejos de su ciudad.

Entonces este, alto, alto, alto titiritero cargo sus títeres en una valija, grande, grande en el baúl de su viejo carromato, acomodo un poco las cosas, por aquí por aya.

Donde también guardo su retablo de aterciopeladas telas, de negros y rojos colores, recién estrenados, para su maravillosa función.

Que fue espectacular, dicen que todavía los hombres, las mujeres, los niños y las niñas, hasta inclusive los perros y gatos todavía se están riendo, de tan maravillosa que fue la función. Increíble que hasta han cambiado el nombre de su pueblo en honor al TITIRITERO, le quitaron el nombre de un general asesino para llamarlo el pueblo de “Salmon” donde la gente sigue riendo, a carcajadas. Ya no trabajan, ya no sufren, solo se dedican a reír y a recordar la magnifica función de teatro de títeres.

Mientras tanto el alto, alto, alto titiritero al culminar con su trabajo, volvió a guardar sus títeres y retablo en su antiguo pero andante carromato. Acomodo todas las cosas en su lugar, cada cual en su perfecto espacio. Como si todo estuviera planificado a medida, cada objeto, cada títere, cada parte de la escenografilla y del vestuario en un lugar diseñado a la medida de las cosas.

Así fue, que Salmon, el alto, alto, alto titiritero, introdujo la llave de su auto, la maravillosa maquina comenzó a funcionar de las mil maravillas. Una fusión entre mecanismos y fuerza humana, la que hacia que dicho vehiculo andará.

La gente los miraba y se asombraba, se escuchaban los murmullos entre risas, que decían: ¿Cómo funciona esa cosa? ¿Cómo es que anda? Si es un carromato, de tantos años, y enciende…

Salmon, miraba por el espejo retrovisor, tan semejante desparpajo que había hecho con la presentación de sus títeres, y entonces también lo invadió una tremenda risa, para así perderse en ella a la distancia del pueblo, que iba dejando atrás.

Su maquina poderosa llena de títeres y con sus compañeros de oficio, y con su angelita guardiana a su lado, supo ir camino a su casa, su tan increíble castillo Azur, de piedras multicolores en sus paredes, de vidrios infinitos, con luz infinita.

¿Pero que paso?
Una llamada, una misteriosa llamada.
¿Un amante? ¿Una venta de una función? ¿El honorable alcalde que le haría el pago una función de cinco años de atraso?

No un amigo, que había regresado de las europas lejanas.
Así que el alto, alto alto titiritero, Salmon, fue a visitar a su amigo, ni bien se encontraron estallaron en un abrazo, fuerte fuerte tan fuerte que ambos crecieron como dos metros mas de su altura.

Sus ojos se salieron de las orbitas, sus narices se transformaron en solo pequeños orificios, sus manos y sus pies se estiraron, perdiendo sus barrigas.

Tremendo abrazo.
Hasta que se fueron todos dentro de la casa del amigo de Salmon, un lugar muy rico, con ventanas de oro, con piso de mármol, cuyos espejos se encontraban encrustrados rubíes y esmeraldas.

Lo que llamamos los pobres, una casa de alto extracto, una casa. La casa, en el barrio mas caro del mundo.

Impresionante.
Con seguridad, perros enormes amaestrados, con sus colmillos gigantes, dispuestos a destrozar a quien pasara sin autorización alguna. Hombres de negras ropas, armados hasta los dientes, cada piojo, cada pulga, amaestrada en el arte de la defensa, del resguardo de los bienes de los que allí tranquilamente Vivian.

Espectacular.
Y bueno, Salmon, su angelita Guardiana, su compañero en el oficio, sin mas miradas que la de llenos de felicidad por aquel encuentro con aquel amigo, entraron lentamente al palacio de estrato seis.

y Después de solo quince minutos de saludar. Salieron
Salieron, salieron…
Salieron a ver su carromato, lleno de títeres
Y así fue que todo se congelo, hasta el mismo Salmon, su boca quedo cuasi abierta, parecía una tremenda mole de piedra, totalmente inmóvil, estática, inamovible.

Nadie se explicaba nada, nadie entendía nada.
Lo buscaban todos por todos lados

Por debajo de las piedras, por detrás de los arbustos, por donde se podía.
Pero nada…

Había desaparecido el carro, con los títeres y todo.
Y Salmon allí petrificado, con su corazón sin latir, solo un beso y un abrazo de su angelita guardiana lo volvió a la realidad, para cubrirse con sus manos el rostro y sus lagrimas inundar la ciudad.

Fue tanto pero tanto el sufrimiento de aquel cristiano, que todo el mundo comenzó a hablar de lo que le había pasado al alto, alto, alto titiritero. Fue tanto la presión de aquel secuestro, que de repente sonó el teléfono.

Alabado, sea el señor, todo poderoso. Se escucho detrás de las teclas de aquel aparato. Alabado, sea el señor, todo poderoso. Se volvió a escuchar.

¿Quién carajo es?
¿Dios?
Si ese barbudo viejo esta de vacaciones siempre y solo atiende en Buenos Aires.
¿Quién carajo es?

Salmon… Se escucha
¿Tenemos tu auto, lo quieres recuperar?
Y un silencio espectral inundo el planeta, las hojas dejaron de caer, el movimiento del sol se detuvo en el firmamento.

Y una vos de ultratumba, tomo posesión del alto, alto alto titiritero. Salmon. No era el solo, sino una legión, una legión de viejos trotamundos titiriteros, los hijos del demonio, los que tomaron el cuerpo de aquel cristiano.

Su voz, se cambio. Su cara se transformo, y le salieron semejantes palabrotas que no las voy a repetir, porque sino seria un cuento para adultos.

Y, nada, que cortaron, que va ser si Salmon es titiritero no negociador de secuestradores de carros y muñecos.

Pasaron un día, dos días, tres días…
Salmon, solo se quitaba pelo, por pelo de su cabellera, tomaba brandy, y solo miraba su teléfono, que nunca sonaba.

En letargo estaba, y pasaban los días, y nada, hasta que timbro.
Todo fue un ambiente de ansiedades, una oreja, miles de miles de orejas pegadas al teléfono, queriendo escuchar las palabras de tan aberrantes humanos.

Salmon, había aprendido que no necesitaba de la legión de titiriteros endemoniados, sino mas bien de la astucia de su angelita guardiana, entonces se doblo en sus huesos, sus manos se levantaron en alabanzas y el momento de la suplica se presento.

¡Quiero a mis títeres!, ¡quiero mis títeres!, ¡el carro métanselo en su parqueadero, pero quiero los títeres!

Y así, fue la negociación y negociación, un títere de prueba.
Y el rescate, el divino rescate, para solo recuperar al Niño Totulu, y el carro desbaratado.

Dicen las malas lenguas que los demás títeres no quisieron regresar a Salmon, porque no fueron capaces de defenderse.

Dicen otras malas lenguas pero peores, que en realidad los demás títeres no regresaron a Salmon, porque eran tan feos, que necesitaba cambiar de muñecos, y la única manera era secuestrarlos.

Dicen y dicen…
Pero el maestro titiritero sigue haciendo títeres, y contando esta historia, mientras que una vecina lava su cortina de terciopelo negro, y pone unas flores sobre su rojo mantel. Y sus hijos juegan a ser titiriteros con unos muñecos de espuma que encontraron en un basural.

Amigos y amigas, esto parece un cuento pero no lo es, sucedió, y esperamos representarlo en títeres alguna vez con el compañero Salomón, de la Compañía Teatro y Títeres La Rayuela que fue el extorsionado.

En buga

Bueno lo que nos sucedió en la ciudad de Buga, no merece ni la más minima palabra, así que borrón y cuenta nueva.


La maravillosa Rosa de los Vientos

Seguimos andando con piedrillas en los riñones, con el motor de arranque roto de la antorcha, con la frente en alto, y los bolsillos vacíos, seguimos andando por el solo viento que nos lleva ¿y hasta donde nos llevo?

No podía ser otra cosa, que a la Reserva natural de la Rosa de los Vientos. Si que los vientos y las energías se complotan para cobijarnos en sus entrañas, para que sentirnos bien, y alli fuimos a curarnos, a sanarnos, a disfrutar de los amigos nuevos, y las amigas nuevas.


En tal maravilloso lugar nos alojamos, nos sentimos muy bien, hicimos una hermosa función, con bellas personas, cantamos hasta el amanecer, con los pájaros de la reserva, que nos miraban tan raramente, Con Marta Elena, Dana, la gringa, y La Laurita la Gaucha de las pampas.



Volamos con las mariposas multicolores, soñamos con los colores fluor de las arañas y de los saltamontes.

Disfrutamos el rio, el aire, los aromas, las fragancias de la zona y el Vinito tinto de Margarita Rosa, una amiga del alma para el zonda.

Y en la soledad de la vereda, humeando charlas con Diana, mirando la montaña, y la belleza de los encuentros. Y claro defendiendo hasta con el cuerpo de la antorchita misma, la hermosura de la tierra.


Solo quedan palabras de agradecimiento, para ustedes amigas nuestras.


Y el ángel de Carcala

¿Pero porque se nos aparecen los ángeles?

No sabemos nada, de nada
Pero si se nos aparecen y bueno no hacemos mas preguntas.

Y así, que aquí se nos apareció el Néstor, en cuerpo presente, por arte de los desintegrados unidos, el se nos presento, nos conecto con hermosas personas, que se merecen una crónica para ellos solos, pero será pa mas adelante, sino terminaremos aburriéndolos a todos.

Gracias al amigo, realizamos muchas funciones, como para poder generar unos recursos para reparar a la antorchita en sus desvarajustes existenciales.


Una de esas personas únicas como el mismísimo fernet, Único en el mundo, que será mas que recordada, sino mas bien llevada en nuestros sentimientos mas allá de la gira por las Huellas de los pueblos.


Y Así seguimos, hasta realizamos una función para la alcaldía, que de paso toca decir que también es única en America latina, ya que una congregación de evangelistas es la que gano las ultimas elecciones.

Evangelistas al Poder, lo tomaron y están haciendo un…
(Pregunten para no ofender)


Encuentro con los desencontrados:

Aquí nos ponemos serios y pensativos. Parecía una función igual que cualquier otra, una función como todas.


Por las gestiones del tres veces santo del Néstor, logramos una función ¿para cuando, justo para cuando?
El 25 de diciembre de 2009
Si para el 25, y no la podíamos rechazar todo nos viene bien, nos pagaban poco, pero no se podía rechazar. Muchos de ustedes seguro que piensa, que bien la están pasando estos dos.

Pero…
Hay que andar andando, y hay veces que cuesta, si no fuera por la solidaridad humana que todavía existe y es mucha no podríamos, ya nos hubiéramos regresado hace tiempo.

En esa historia de juntar unos mangos, como para seguir, nos invitaron a una función que fue para nosotros muy especial, desde el comienzo hasta el final.

Calor, calurosazo, nos fueron a buscar donde estábamos, nada de lo anormal, nos invitaron un tinto a las nueve de la mañana. Nada anormal, ya que un tintico en Colombia es un café. Seguimos, llegamos, y bajamos las cosas

Un temita, realizaríamos una funcion en un parque, que esta cedido a los militares, no va el publico sino mas bien es un parque que funciona como centro de operaciones del ejercito.

Hermoso, muy grande, muy bello, mucho verde, mucho aire, una pileta, muy lindo, pero hace unos años que la alcaldía lo cedió a los milicos.

¿Entonces que?
Estaba lleno de militares, parece ser que en las montañas de los alrededores había presencia de guerrilla, y los profesionales militares estaban velando por la seguridad de la propiedad privada.

Bien, cada uno con su cuento.
Pero ese día, como día especial, el 25 de diciembre, por única vez, en el año, dejaban que la gente ingresara a disfrutar de aquel predio.

En el momento que terminamos de armar el retablo, una cosa muy rara, se nos acercan unos niños, si unos niños, varoncitos, con el cabello muy corto, nos saludan atentamente.

Y bien nosotros también los saludamos.
Aquí a los argentinos nos identifican y enseguida nos dicen ¡Che, boludo!

Todo mas que bien, luego llego la hora de la función, que fue normal, normal, hermoso publico como siempre, jodio un poco el sol, pero la pudimos safar.

Termino la función, contentos, nosotros y el publico, ya el medio día, y esperando otra función que teníamos programada para la tarde.
Cuando he aquí el momento mas importante, y significante, cuando estábamos recostados en un árbol, hablando gansadas como siempre, esperando nos llamen a comer un sancocho de pollo.

Que se nos aparecen otra vez los niños de la primera saludada, que no es que eran especiales, sino mas bien jóvenes con armas, y vestidos de militares.

Sus caras de bebes, niños, muchachos, gurizes, guaguitas, con armas, con granadas, con ametralladoras, con todo un armamento, que de solo verlos infundían temor. Pero en el interior una inocencia inmensa.

Hablamos, nos preguntaban de todo, entusiasmados con sus ojitos llenos de energía, tratando de viajar mediante nuestras palabras. Entonces comenzamos a preguntarles nosotros que pensaban ellos y como era la vida que estaban haciendo.

A lo que nos contestaron que era muy difícil, había veces que solo dormían dos horas, porque tenían que estar de guardia, pero lo mas peligroso era que durante sus recorridas tenían que tener mucho cuidado por las constantes amenazas con todo tipo de armas.

Por el solo hecho de portar un uniforme estaban en constante peligro. ¿Qué habrán hecho los militares como para que los odien tanto?

Bueno seguramente lo mismo que paso en la Argentina, a diferencia que aquí en Colombia, las cosas maltitas suceden en un proceso democrático, mucho mas complicado y difícil de entender. Las matanzas, las torturas, los secuestros y desapariciones, los desplazados y quien sabe que mas atropellos a los derechos humanos, se han presentado y siguen repitiéndose en este maravilloso país, hasta el dia de hoy.

Y así fue que seguimos dialogando con ellos, en una le preguntamos sobre los enfrentamientos con la Guerrilla, ¿Si estaban debilitados?

Nos miraron, se miraron entre ellos, que ya a esa altura eran más de seis, todos en círculo, y nos regalaron una sonrisa muy picaresca. No nos contestaron, pero con los gestos los entendimos y muy bien.

En una comenzaron a contarnos sobre los enfrentamientos, y que les sucede durante ellos. ¡Es una chimba!, así estar en pleno enfrentamiento, meta bala, y bala, para un lado y para el otro. Constante días enteros de balaceras.

Es una Chimba…

La adrenalina al máximo, el vértigo, el miedo que se transforma en algo verdadero y concreto. Muy bueno y peligroso.

Mirando esas caritas, nos decían que les apasionaba el juego de la guerra, pero no en un sentido estricto de los ideales, de los principios, dejando de lado de que parte estaban y que defendían y que querían matar. Solo les interesaba la adrenalina que les generaba, un simple juego de bandidos.

Pero en el momento que les preguntamos si la decisión de pertenecer al ejercito fuera voluntaria, que harían ellos.
No jamás nos alistaríamos
Nos quitan 24 meses de vivir, y porai la vida entera.

Así, seguimos hablando, de futbol, música, y de repente una terrible lluvia no se veía, ni siquiera podíamos ver nuestras narices, llovía impresionantemente.

Y de repente la gente comenzó a correr, gritando y mirando el cielo.
¿Es un ovni, se viene la fin del mundo, llegan los extraterrestres?
Otros, ¿En un avión Norteamericano, que esta espiando, es de las bases yanquis, que habilito el Uribe?

¿Es, un misil de Chavez?
No es una señal divina para el Alcalde evangélico.

¿Es…?
¿Es…?

Es el retablo de los titiriteros que remonto vuelo, como cual gaviota ciega.

Todo llovía, todo mojaba todo, y fue muy linda la imagen que nos hubiera gustado compartirlas con ustedes, cuando esos pelados, los militares, sin que nosotros les pidiéramos, comenzaron ayudarnos con las valijas de los títeres y marionetas.

Hermoso momento, que en un instante, la tierra se paro, un estruendo maravilloso, enigmático, sincero lo complemento absolutamente todo.

Un arma callo al piso, por sostener una valija de títeres.
Esa era la señal que todos esperábamos.
Un arma, que quita la vida, por la vida misma de un títere que regala una sonrisa.

Un instante fuerte, mágico que jamás olvidaremos.

Despedida de Armenia, Salento, y Boquia

Como hay un momento de llegada también hay un momento de partida y así lo fue en el Quindio. Retirada del hermoso departamento verde de Colombia.

Pasamos allí una navidad muy especial, en la reserva, con Laurita una hermosa amiga paisana argentina que esta viajando también, pero en sentido contrario a nuestra gira.


Tuvimos una visita muy, pero muy especial que nos invadió de hermosos sentimientos y nos trajo en su corazón los mas bellos saludos de tanta gente linda de San Antonio de Ibarra de la Republica de Ecuador. Romer, un perfecto señor de la vida, un hermano, un amigo, otro de los ángeles que caen de los cielos para abrazarnos y darnos mucha fuerza para seguir gastando nuestros títeres.

Y pues claro, que conocimos a un gran maestro de los Títeres el gran Rorro, el Rodrigo con su loca Compañía, hermosos todos, su compañera Gladys, el teatrin campestre. Y las noches de brandy con la cuota de sonrisas, contando anécdotas de esas que solo los viajeros pueden tener en sus caminos andariegos.


Así es pues que salimos silbando bajito y con la antorchita en estado perfecto a ir culminando la estadía en la bella Colombia, totalmente agradecidos a todos la Margarita Rosa, Néstor, las bellas personas de la escuela Palo Santo, los chicos y las chicas, el maestro de caricaturas de Calarca, Diana de la Vereda de Boquia, y a tantos mas que nos hacen sentir muy bien por donde vamos. GRACIAs que los vientos del zonda nos vuelvan a encontrar.

La ruta de la Sangre:

Pasando montañas, paramos, subidas bajadas, rios, cascadas, todo tipo de geografía la antorcha maravillosa va. Con su ritmo inigualable; nadie la ataja, ni los policías, ni el ejercito y menos los paramilitares.

Así que nos mandamos por el camino del Magdalena Medio, el reducto de los Paramilitares, un lugar donde las tierras son planas, las estancias gigantes, el ganado se reproduce de manera constante y el calor lo derrite todo.


Este territorio es el panteón de la ultra derecha, aquí los poderosos y adinerados estancieros cometieron terribles asesinatos de familias enteras, de pueblos enteros, y desde donde se esparció hasta todo el país una de las semillas de la muerte.

Indescriptible los fantasmas del día y de la noche, que a cada milímetro, a cada centímetro, cada metro refleja la desolación y la desesperación, de las angustias y tristezas humanas.

La historia de la actual Colombia esta escrita con sangre, y de la sangre de los que siempre se derrama, los pobres, los humildes, los campesinos, de los hermanos y hermanas iguales a nosotros.

Luchadores, que resisten y se enfrentan.

Ahora están un poco calmados estos asesinos, ya el ejercito a tomado este camino, y es como que quieren cambiar la imagen, y lavar la sangre inocente que han derramado, una cosa muy llamativa es como saludan los militares en esta zona, que no hemos visto jamás desde que salimos de Buenos Aires. Con una sonrisa muy amplia en sus labios, completamente falsa, y el dedo pulgar en alto, señalando todo muy bien, todo mas que chevere. Ya hemos limpiado la escoria, ahora viaje tranquilo que nosotros lo cuidamos.

Bueno uno nervioso, por el peligro de circular por allí. Pero que ni nos vieron pasar por la antorcha se convirtió en el mismísimo viento Zonda, así que nos cobijo en sus manos y pudimos transitar tranquilamente, sin ningún inconveniente, ni visitas inesperadas en el camino.


No les vamos a decir que no sentíamos miedo, porque les estaríamos mintiendo, pero toco viajar por allí, y mas de una lágrima acaricio el alma de tantos hombre y mujeres que padecieron en aquel camino tan oscuro.

Los Vientos nos llevan a unirnos con los otros Vientos:

Despacio despacio hasta llegar al Kusi Waira, todo tiene que ver con los vientos como verán, pareciera ser que estamos estrechamente vinculados mas allá de las distancias, nosotros el Zonda, en Salta la Ventolera, en Boquia La Rosa de los Vientos, y con la Clarita de Piedecuesta en el Teatro y Café, Kusi Waira.

Impensable en el momento de planificar el viaje, son las fuerzas que se generan en la gira y en los títeres. Impensable las vivencias, la forma de conectarnos con la gente.

Maravillosa experiencia, noches de cerveza, muy buena música, y en amigos. Cuando planificábamos el viaje jamás hubiéramos pensado estar donde estábamos, jamás. Pero la realidad supero muy ampliamente la ficción, y lo planificado.

En la tranquilidad plena de nuestros cuerpos, y nuestros espíritus allí en tan maravilloso lugar pasamos fin de año, recordando cada lugar y cada persona que conocimos en el viaje, fue retroceder un año, y ver allí tan gigantesca odisea.

Entre las estrellas, una luna con un brillo especial, les agradecimos a todos y cada uno de ustedes que nos dieron una gran ayuda, esperamos que todos hayan recibido el beso, y el abrazo que les enviamos, a través de los astros.

Y saliendo de Colombia la de la gente Bella:

Así que toco nuevamente encender el motor de la Antorcha, y arrancar. Esta vez hacia la frontera, haciendo una paradita en la ciudad de Cucuta, junto al amigo titiritero Edgar de la Compañía Arlequín.


Muy lindo el compartir y el hermoso desayunó que nos regalo una hermosa familia que alojaba a la maravillosa Antorcha, muy tempranito nos levantamos para cruzar la frontera hacia Venezuela.

En esas horas de la mañana, a las seis, la abuela en camisón, el abuelo en calzoncillos y el nietito, junto a su tío se levantaron humildemente a despedirnos de la Linda Colombia. Con uno de los mas ricos y sabrosos desayunos que jamás habíamos probado.


Todo era igual, pero sabia muy distinto. Tinto, (Café) Café (Café con leche), una arepa, con unos huevos revueltos, parece simple, pero para nuestro paladar fue increíblemente delicioso. Debe haber sido el amor que ellos nos dieron.


Atrás esta Colombia, pero resaltamos la única y verdadera Colombia, la que nos enamoro, la que lucha, la que resiste, la que empuña la palabra y no las armas, la Colombia de la Paz, la de los pobres y la de los humildes. La más bella, la que reconoce los derechos humanos, la de la solidaridad. Colombia la de la Vida, por sobre la Colombia de la Muerte que representa un estado genocida como es el que lidera el asesino de Álvaro Uribe y toda su jauría de criminales, nacionales y extranjeros.

Con las ganas de regresar algún día, y con ansias de que ya no existan mas desplazados, no más falsos positivos, no más injusticias, no más violencia, no más crímenes de lesa humanidad. Y los culpables estén condenados tras las rejas. Que no sigan con sus uniformes dando aires de grandeza, cuando en realidad representa lo peor del hombre.

No más sangre inocente, no mas desaparecidos en democracia. No más impunidad. Colombia hermana, que tanto aprendimos amarte, amar a tu bella gente, te mereces estar tranquila, en plena PAZ y tu pueblo en plena felicidad.

Así llenos de tanto cariño cruzamos, y tantos decesos de Colombia, cruzamos la frontera, y ahora estamos con el Maestro de los Maestros Titiritero, una gran persona, increíble, de esas personas importantes para que la vida sea vida.

Don Eduardo D`imauro, nos quitamos el sombrero, maestro, y levantamos los puños de nuestros títeres revolucionarios, en honor a usted y su hermano el Héctor, que juntos supieron levantar las banderas del teatro de títeres para el pueblo.


Pero esto, es para otra crónica… que Continuara, seguramente en el mar del Caribe, en la isla Margarita…

¿Quién Sabe, donde los vientos del Zonda nos lleven ahorita nomás?


Sebastian
Nicolás
Títeres del Zonda